Hogar, dulce hogar.

(Apreté los dientes.. mientras le tiraba un cenicero que había en la mesa) Creído ¬¬ (dije mirandolo mal)

Me aparté con agilidad de su intento de agredirme sonriente:
-Las señoritas como tú deberían aprender a no decir esas palabras ¿no crees? Vas a conseguir que me enfade-murmuré.

Debería.. pero en este momento me salen solas (le miré desafiante y algo enfadada, no estaba pensando en las consecuencias y no tenía a alguien manso y pacífico a mi lado..)

-Me encantaría seguir perdiendo el tiempo contigo pero como comprenderás tengo mejores cosas que hacer-me encogí de hombros-Es lo que tiene ser...¿Cómo lo llamabas tú? Ah sí, un mafioso-salí cerrando la puerta tras de mí.

(Me senté en el sofa, retirandome el pelo.. que estúpido era dios! suspire mientras me acostaba y al rato me quedé dormida)